Ep.1 ¿Que carajo hago de vuelta?

 La verdad que no lo sé, pero tengo que agradecérselo a un fan que me escribió a Facebook y me hizo la pregunta, ¿por qué mandó al diablo todo si era tan bueno?

Bueno, no fue tanto así, pero básicamente se entiende lo que me escribió

Pero cuando le respondí tengo que admitir, muchas fibras me hicieron cortocircuito, y aunque tengo claro que he ayudado a muchos, pues simplemente, y lo digo con toda la vergüenza del caso, es que me awebe, o lo que en buen ecuatoriano se traduce como, ya no me dio la gana de hacerlo.

En parte porque no hallaba una manera que ese esfuerzo se convirtiera en una razón válida para mí, y si eres padre de 2, pues solo hay una razón, el dinero, y aunque mi negocio iba regular, pues se me ocurrió acompañar a mi esposa y sus amigas, ex maestras de un colegio privado que cerró, a un concurso para entrar en el sistema educativo de gobierno como maestras.

Lo gracioso es que después de un proceso de 3 meses, yo, el único que no había dado clases, ni quería ser maestro, fui aceptado por contrato, y sí, la verdad es que no me interesaba.

Sin embargo, un par de cosas me convencieron de tomar el trabajo, la una fue mi esposa, la que me recomendó tomar el trabajo, porque el dinero adicional estaba perfecto para tener una mejor vida, y por supuesto el dinero.

Y claro, como pendejo, después de tener el sueño de todos, tiempo disponible, tener una horda de gente que trabaja por tu sueño en mi negocio, y la mera avaricia, tomé el trabajo. ¿Qué clase de pendejo hace eso?, ¡ah! si, EL INSTINTO DE LAS ESPOSAS DE OCUPAR EN ALGO AL MARIDO SI LO VEN CON TIEMPO DE SOBRA.

Pero no la hago responsable a ella, por eso, a la final el que no defendió a capa y espada lo que tenía era yo, como sea, acepté.

Maestro del área de Instalaciones, Equipos y Maquinarias Eléctricas de la Unidad Educativa Milagro, en Ecuador. Eso fui.

Y eso, fue lo último que ustedes supieron de mí, al menos en forma de blog tecnológico

Sinceramente, no pretendía estar más de un año allí, y luego, como en la película LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, -muy recomendada- vino la catástrofe mundial, el covid-19, y yo ahora en el frente de batalla, como docente que tenía que trabajar ahora en línea, y no solo eso, era justo lo que necesitaba la institución donde fui asignado.

Imagina, una institución donde la mayoría de las maestras solo sabe de informática, lo suficiente para abrir el WhatsApp, ahora tenían que utilizar Zoom, era una cosa completamente diferente.

Y sí, tengo la plena convicción que el universo me quería allí para instruir a casi 100 maestros a manejar una herramienta para hacer videoconferencia y evitar que los estudiantes les pasen porno por allí.

3 meses después del  confinamiento, el gobierno dio la orden de que volvamos a las aulas, solo los maestros, en ese sentido, los maestros, a más de los doctores, policía y militares, fuimos al frente de batalla contra un enemigo invisible.

Recuerdo la mañana en la que una ambulancia fue a sacar el cuerpo ya sin vida de una persona que justamente vivía pasando la calle del colegio, todos como ardillas nos asomamos por la cerca de dos metros que dividía la institución de la calle.

Y comprobé algo, para muchos, el sueldo era más imperativo que sus vidas, un par de maestras lloraron de miedo, otros, los que siempre se la pasan criticando de todo, solo hacían eso, que si el gobierno esto, que si el gobierno aquello, y otros como yo, siendo cautos, tratando de generar paz, y llevar la fiesta tranquila, desde nuestra trinchera.

Para diciembre del 2020 pasó lo que tenía que pasar, me contagié de covid, 21 días encerrado en el cuarto de juegos de mi nena, ahora ese cuarto se bañaba con alcohol 3 veces por semana.

Luego de eso me di cuenta de que mi casi "éxito" estaba muy mal administrado, y esa era la razón por la cual no logré hacer que el canal ni el Facebook ni nada rindiera los frutos suficientes para poder hacerlo continuar, así que estudié, y me esforcé mucho por sacar lo mejor, ahora ya soy experto en lanzamientos digitales y tengo un par de productos que de a poco van surgiendo.

El trabajo lo dejé después de un chanchullo que se dio en el colegio donde trabajaba, un enemigo político se alió con alguien más para sacar la rectora del colegio y ocupar su cargo, y aunque parezca de película, esto es más frecuente de lo que parece en mi país, y yo dije, "ESTO NO ES PARA MÍ"

Para noviembre del 2022 dicté mi última clase allí, a más de eso, porque al hacer un lado mi sueño, por el sueño de alguien más, el negocio perdió casi la mitad de sus ingresos por suscripciones y aunque ya volví a estar a cargo, es terreno que probablemente no lograré recuperar, mi negocio está en venta y el proceso es muy doloroso.

Pero no, no me siento mal, todo lo que he aprendido con los años les está sirviendo a otras personas a quienes ayudo con sus negocios, y estoy trabajando en el financiamiento de un par de nuevos negocios, uno de ellos, el de mi hija, y es más, hoy en la mañana platiqué con mi esposa, y le dije, sabes, aún espero grandes cosas de mí, pero por ahora sé que mi papel es ser el papá de Neymar. Recuerda que el Neymar que conocemos es Neymar Jr.

El papá de Neymar Jr., era futbolista y fue el primer mentor de Neymar Jr. y ahora sé que ese es mi lugar, como mentor, aún planifico la manera de dar mi primer taller en vivo y arrancar el inicio de mis próximos 10 años de mi vida, espero poder seguir contándotelo.

Javier Mayorga - Un mentor en proyecto.